Todos queremos sábanas para dormir mejor y si eres un padre o una madre primeriza, aún más. Para nosotros, es importante que tanto la madre como el bebé duerman en unas sábanas de gran calidad. Las sábanas para piel sensible, las impermeables y las hipoalergénicas pueden influir enormemente en el sueño del recién nacido y del niño pequeño. Según los expertos, los bebés necesitan dormir entre 14 y 17 horas y los niños en edad escolar, entre 10 y 11 horas. ¡La comodidad de la cama y la calidad de las sábanas pueden influir muchísimo!

¿Cómo podemos elegir los mejores sábanas?
Aunque todo el mundo duerme de forma ligeramente distinta, hay algunas normas para encontrar sábanas que nos ayuden a dormir mejor. Lo más importante es que sean sábanas suaves y transpirables, que sean duraderas y envejezcan bien.

Normalmente es necesario que tengan un número de hilos elevado, ya que esto significa que la sábana es más suave y blandita y que envejecerá mejor. El número de hilos indica la cantidad de hilos que se tejen en horizontal (trama) y en vertical (urdimbre) en una pulgada cuadrada de tela. Para aumentar el número de hilos, se pueden tejer más hilos en la trama.

Para aquellos que buscan sábanas más ligeras, lo mejor es elegir una sábana con un recuento de 400 hilos, que sea suave y ligera. Una sábana de 800 hilos sigue siendo suave, pero es más densa (porque tiene más hilos tejidos). Las sábanas de lino y algodón suelen ser las más transpirables.

¿Cuándo hay que buscar sábanas hipoalergénicas?
Si tenéis la sensación de que la casa huele raro o tenéis reacciones alérgicas, el dormitorio podría tener la culpa. En algunos casos, también os podría dificultar el sueño.

Algo que podéis hacer al buscar unas sábanas buenas para dormir mejor es echar un vistazo a las hipoalergénicas. Cerca de 20 millones de estadounidenses son alérgicos al polvo y los ácaros se encuentran en todas partes, incluso en las casas más limpias. Aunque lavar la ropa de cama con regularidad puede ayudaros a evitarlos, las sábanas hipoalergénicas son mucho mejores para este fin. El tejido está diseñado para evitar los alérgenos y resistir bien los lavados regulares (con agua caliente). Y las fundas de almohada o cojines hipoalergénicos evitan que entren los ácaros del polvo, gracias a su tejido que los bloquea.

Para el bebé, utilizar sábanas hipoalergénicas puede proteger a vuestro hijo desde el principio. Elegir las fibras naturales, como la lana y el algodón o el lino, la seda y el bambú, es la manera de cuidar las pieles más sensibles. También recomendamos lavar la ropa de cama con un detergente y suavizante sin colorantes.

¿Cómo podemos reducir los alérgenos en casa?
Seguro que queréis un ambiente limpio y cómodo tanto para vuestro hijo como para vosotros mismos. Un colchón impecable y una ropa de cama —sábanas, edredones, almohadas y fundas de almohada— de calidad pueden influir mucho, sobre todo si tenéis la piel sensible o alergia a los ácaros.

Sin embargo, también podéis echar mano de otras tácticas. Usad un deshumidificador y cambiad las persianas o cortinas pesadas por cortinas que se puedan lavar fácilmente y sacudidlas y lavadlas de forma regular. La aspiración rutinaria también puede reducir los alérgenos en el hogar. Otro método es restringir las zonas de la casa donde pueden acceder y pasear las mascotas: quizá lo más aconsejable es que el perro no entre en el dormitorio. Los animales domésticos no son tan exigentes en cuanto al cuidado y aseo personal, sobre todo si salen al exterior. Además, pueden llevar muchos alérgenos en la piel y las patas.

Aprovechad las sábanas al máximo y empezad a dormir mejor y de forma saludable. Con estos consejos, ahora ya sabéis cómo elegir la ropa de cama que os ayude a descansar mejor.